La palabra de seguridad es SÍ: Maneras fáciles de iniciarse en el juego bondage
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No necesitas una habitación roja ni una mazmorra para adentrarte en el bondage . ¿En serio? Algunos de los momentos más sexys empiezan con solo una venda en los ojos y una cuerda suave. Si has tenido curiosidad por atar a tu pareja o que te aten, pero no tienes ni idea de por dónde empezar, esto es para ti.
Hagámoslo simple, atractivo y seguro.
1. Comienza con un consentimiento que sea realmente atractivo
Antes de que nada toque el poste de la cama, tengan una conversación seria. Pregúntale a tu pareja qué le excita de estar atado, o de que te aten. Mantén un tono juguetón. "¿Me dejas atarte las manos mientras tomo el control?" es mucho más excitante que una lista de verificación.
Y sí, elige una palabra de seguridad. ¿Un consejo? No uses "no" ni "basta" . Usa algo aleatorio como "melocotones" o "Nintendo" . Algo fácil de decir si la situación se pasa de la raya.
2. Use primero cosas suaves, no es necesario usarlas con mucha intensidad
Olvídate de las esposas metálicas, al menos la primera vez. Opta por artículos de bondage suaves como muñequeras de satén, cuerdas de seda o incluso un kit de bondage para principiantes de nuestra tienda. Buscas comodidad y control. Si deja marcas, es demasiado para un principiante.
Prueba a atar solo una muñeca a la cabecera. Te da control sin restricción total. ¿Añadir una venda? ¡Listo!
3. Mantenga una mano libre
Parece insignificante, pero esto genera confianza y aumenta la intensidad. Cuando una mano está libre, tu pareja sabe que puede detener o ajustar las cosas si es necesario, pero aún siente la emoción de estar bajo control. Todos ganan.
4. Dígales lo que está haciendo: conviértalo en parte del juego
Susurra lo que vas a hacer. «Ahora te voy a atar los tobillos». «Voy a besarte la cara interna de los muslos, pero no los labios». Ese tipo de provocación convierte el bondage básico en un juego previo que perdura en la mente de tu pareja durante días.
5. Terminar con el cuidado posterior (no es solo para escenas grandes)
Incluso una atadura ligera puede despertar fuertes emociones. Al terminar, desátenla lentamente. Tóquenla con suavidad. Pregúntense: "¿Te gustó?". Esto hace que la experiencia sea segura, apasionada y algo que ambos querrán repetir.
El bondage no tiene por qué ser aterrador ni extremo. Puede ser divertido, coqueto y sorprendentemente íntimo. Solo necesitas confianza, un poco de equipo y una palabra de seguridad que diga "sí, me apunto".
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